Formación de Consteladores – [Modulo 7] – Adulto Interior

Dentro de nosotros existen tres estados, como lo plantea el análisis transaccional. Estos estados son: el yo niño, el yo adulto y el yo padre.

Las constelaciones familiares se nutren de estos tres estados y toman elementos del análisis transaccional para integrarlos en su filosofía.

El yo niño es aquel que está vinculado al pasado, al dolor y a la búsqueda de unos padres idealizados. Es la parte de nosotros que mantiene heridas emocionales no sanadas y que puede quedar atrapada en el sufrimiento.

El yo padre, por otro lado, representa un estado inquisidor y controlador, cargado de autoridad. Puede ser rígido, impositivo y, en ocasiones, crítico.

Finalmente, el yo adulto, que es el foco de nuestra reflexión, es el estado de plenitud. Es el que nos permite estar presentes, aquí y ahora.

Bert Hellinger, al hablar de la felicidad, afirma:

“La felicidad solo existe en un único momento: en el presente.”

Esto significa que la felicidad no está en el pasado ni en el futuro, sino que se encuentra únicamente cuando vivimos el presente de manera consciente.

El adulto es el único que puede habitar el presente, porque ha integrado su historia, ha reconciliado sus heridas y ha abrazado su pasado con amor. Mientras el niño vive atrapado en lo que fue, el adulto, al haber tomado su historia, se permite estar en el ahora y abrirse a la vida.

Por lo tanto, ¿quién puede experimentar la felicidad en su verdadera esencia? Solo el adulto.

El adulto es quien realmente está aquí, presente en su totalidad.